El segundo autor que tratamos en la asignatura fue Oscar
Becker. Este filósofo alemán presentaba la diferencia que para él había entre
formación y producción, es decir, entre una empresa y una escuela.
Por una parte, piensa que ambas partes enseñan y hacen su
propia producción. La empresa, por su parte, forma a los trabajadores para que
se dediquen únicamente a las tareas de esa fábrica, produciendo unos bienes
estrictamente para la empresa, incrementando su productividad y, por tanto, la
riqueza de la misma.
Por otra parte, Becker piensa que la escuela también forma a
sus alumnos para que en el futuro sean capaces de producir en alguna tarea,
pero la enseñanza que se aplica en la escuela es muy diferente a la que se
utiliza en un empresa, ya que en la escuela enseñan aspectos básicos para que
en el futuro puedan especializarse en la que cada uno decida, controlando no
sólo los movimientos en una sola empresa o en un trabajo específico, sino
aportándole al alumno un conocimiento base de distintas y variadas actividades.
Finalmente, desde mi punto de vista y, como conclusión, podríamos decir que ambas
partes llevan a la necesidad de la formación de empresas, ya que el alumno que
ha obtenido su formación en una escuela, necesita sacar rendimiento a esos
conocimientos en algún trabajo, siendo una buena opción una empresa. De igual
modo, un trabajador que ha aprendido los movimientos que tiene que realizar en
una empresa, provoca que el rendimiento de la empresa se incremente, pudiendo
llegar a expandirse, abrir nuevas fábricas y, por tanto, crear más puestos de
trabajo en todas sus especialidades, como obrero, gerente o tesorero de fábrica
o empresa, por lo que, aunque ambas tienen diferencias, la formación y
producción tanto en la escuela como en
cualquier empresa, son importantes para el desarrollo de la empresa como de
todos los trabajadores de ellas.