En este tema se nos ofrecieron varios documentales en los
que se representaban varias investigaciones llevadas a cabo para conocer unos
interesantes resultados.
El primer experimento, ¨El Experimento Milgram¨, intenta
averiguar hasta dónde pueden llegar los límites de respuesta de gente normal
frente a la autoridad, es decir, hasta qué atrocidades son capaces de llegar
únicamente por cumplir las normas. Querían ver supuestamente cómo el castigo
influía en el aprendizaje a través de una máquina que producía dicho castigo.
Se hacían parejas, aunque a las personas con las que iban a experimentar de
verdad eran siempre las que daban ese castigo, no la que sufrían el mismo. A los maestros se les facilitaban varias
preguntas que los alumnos debían responder correctamente. En caso de que no, se
les daría una descarga eléctrica. Todos eran actores, excepto los maestros, los
cuáles querían saber hasta qué límite llegaban, sabiendo el voltaje de la
descarga y escuchando los gritos de los alumnos.
Los resultados fueron increíbles. Los maestros, pese a los
continuos gritos de dolor que escuchaban, continuaban haciendo preguntas
únicamente por hacer caso a la autoridad, al jefe de la operación que les decía
que debían seguir para completar correctamente el experimento.
Desde mi punto de vista, creo que en éste experimento pudo
verse hasta dónde el ser humano puede llegar únicamente por hacer las cosas que
se deben hacer. En muchas ocasiones hay que saber mirar las cosas desde otra
perspectiva, anticipándose a los resultados y viendo qué debemos hacer y qué no
de acuerdo a nuestro justo conocimiento, y sin embargo, desechar esas ocasiones
en las que no vemos las cosas de una forma coherente y simplemente continuamos
haciendo una acción sin saber las repercusiones o únicamente, como en el
experimento, por obedecer las normas.
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